BIOACTIVIDAD DE LA VITAMINA E

Lo natural contra lo sintético
La vitamina E (alfa-tocoferol) funciona como un antioxidante que rompe cadenas y evita la propagación de la peroxidación de lípidos. Esta vitamina soluble en grasas, presente en vegetales de hojas verdes, aceites vegetales y nueces, ingerida en pequeñas cantidades (tan sólo 100 UI al día) está relacionada con una reducción importante en el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, tanto en hombres como en mujeres.

Cuestión de forma
El término genérico “vitamina E” incluye todas las formas estructurales de tocoferol que presentan actividad biológica. Debido a su naturaleza química, la vitamina E tiene ocho variantes estructurales posibles o isómeros, siete de las cuales se encuentran sólo en preparaciones sintéticas de vitamina E. Por esta razón, la vitamina E es la excepción al paradigma de que las vitaminas sintéticas y las naturales son iguales.

La vitamina E natural extraída de las semillas oleaginosas vegetales tales como la soya, se conoce también como d-alfatocoferol. La vitamina E sintética, también conocida como d/l-alfa-tecoferol, o todo-rac-tocoferol, se produce comercialmente mediante un proceso que produce una mezcla de ocho diferentes compuestos. Sólo 12.5 por ciento de la vitamina E sintética corresponde a d-alfa-tocoferol biológicamente activo, los otros siete isómeros tienen la misma fórmula química, pero poseen una fórmula estructural diferente, basada en la posición y orientación espacial de los grupos metilo (-CH3) adheridos a la estructura principal del carbono. Veámoslo de esta manera; tenemos una mano derecha y una mano izquierda, ambas con la misma estructura básica; sin embargo, nuestra mano derecha es la imagen en el espejo de nuestra mano izquierda (en términos químicos son isómeros geométricos).

En el caso de la vitamina E existen ocho diferentes combinaciones geométricas, con actividades biológicas que oscilan entre 21 y 90 por ciento de la actividad del d-alfa-tocoferol. Las Academias Nacionales de Ciencia han reconocido que la vitamina E sintética posee sólo la mitad de la actividad biológica del d-alfa-tocoferol (natural).

Por ley los suplementos de vitaminas deben incluir impresas en su etiqueta las potencias biológicas. Las unidad Internacional (UI), que es un estándar de medición, fue desarrollada para compensar diferencias entre las formas naturales y sintéticas de vitamina E. Por lo tanto, los suplementos que contienen 400 UI de vitamina E deberían tener la misma potencia medible, ya sea que contengan vitamina E natural o sintética (en la formulación se pone más vitamina E sintética para alcanzar la potencia). Pero ¿realmente la tienen?

Lo natural es mejor (naturalmente)
Además de presentar el mayor nivel de actividad biológica, la vitamina E natural parece ser absorbida rápidamente por las células humanas. En contraste, las formas sintéticas son metabolizadas (desintegradas) y eliminadas a través de la orina (orina muy cara). La asimilación de la vitamina E natural parece ser resultado de la acción de proteínas de enlace específicas producidas en el hígado. Estas proteínas se enlazan de manera preferencial con el d-alfa-tocoferol (natural) y lo transportan, excluyendo a las otras formas (sintéticas) de la vitamina.

Investigadores japoneses compararon la asimilación de vitamina E natural contra la sintética y encontraron que se requerían 300 mg de vitamina E sintética para igualar los niveles en sangre de 100 mg de vitamina E natural. En otro estudio, descubrieron que a los individuos que se les suministraban dosis iguales de vitamina E natural y sintética químicamente etiquetada, absorbían mejor la forma natural de la vitamina. En el estudio realizado en EEUU, también se encontró que los niveles de vitamina E natural en la sangre aumentaban al doble que los niveles de vitamina E sintética. Curiosamente, el cordón umbilical de mujeres embarazadas mostraba niveles de vitaminas E que correspondían al triple de los niveles de vitamina E sintética. Estos hallazgos sugieren fuertemente que la vitamina E natural debería ser la opción suplemental para las fórmulas nutricionales prenatales.

Finalmente estudios sobre asimilación a largo plazo, aplicados recientemente en la Universidad Estatal de Oregon, confirman que el cuerpo elimina la vitamina E sintética tres veces más rápido que la forma natural, lo que provoca que ésta esté menos disponible para su uso metabólico.

Y como trabaja la vitamina E en nuestro organismo.
Para apoyar la salud cardiaca, la vitamina E en sinergia con la coenzima Q10 y el Magnesio son ineludibles. La suplementación con estos tres nutrientes pueden brindarnos importantes beneficios a largo plazo en el mantenimiento de la salud cardiovascular. Por eso reciben el nombre “Terna para la Salud Cardiaca”.

Un gran combatiente del cáncer, la vitamina E en combinación con el Licopeno (carotenoide presente en el jitomate), inhiben la proliferación de células cancerosas en la próstata en 90 por ciento. Y aquellos que consumían altos niveles de vitamina E redujeron en 30 por ciento el riesgo de contraer cualquier tipo de cáncer.

Implicaciones
Las evidencias que demuestran una mayor biodisponibilidad, una absorción preferencial y menores índices de eliminación del d-alfa-tocoferol natural en comparación con la forma sintética de la vitamina son concluyentes. A pesar del uso de la medida de UI para dar solución a las diferencias en la actividad biológica de la vitamina E natural y la sintética, queda claro que el d-alfa-tocoferol natural debería ser el estándar para medir la calidad nutricional.

Referencias.
1.Traber MG. The Biological Activity of vitamin E, Linus Pauling Intitute, Oregon State University, http://lpi.orst.edu/sp-su98/,1998
2.National Intitutes of Health. Facts about Dietary Supplements www.cc.nih.gov/ccc/supplements/,2002
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5. Challum J Natural vs Synthetic Vitamin E Nutrition Science News, New Hope.com, 2002
6. Burron GW et al. “Human plasma and tissue alpha-tocopherol concentrations in response to supplementation whit deuterated natural and synthetic vitamin E